¿Para qué sirven las Sales de Schüssler?
Para qué sirven las sales de Schüssler
Según Schüssler, médico alemán nacido en 1821, la enfermedad sería producto de alteraciones a nivel celular y que los minerales que entran a formar parte en su estructura o su función tienen que ver mucho con estas alteraciones, más precisamente con la deficiencia de estos componentes.
Para Schüssler las sustancias inorgánicas que se encuentran en la sangre y en los tejidos, bastan para curar cualquier enfermedad que sea curable. Establece la necesidad de 12 sales o medicamentos bioquímicos y normalmente la aplicación de estas sales se realiza a una dilución homeopática siendo la potencia más usada la 6D
Basándose en las leyes naturales de la Patología Celular, formalizó una guía terapéutica notable por su sencillez, que consiste en el empleo de las 12 sales inorgánicas que son fundamentales para el funcionamiento adecuado de las células que constituyen el cuerpo humano.
¿Para qué sirven las sales de schüssler?
CALCIUM FLUORATUM C3: Tejido conectivo y piel.
CALCIUM PHOSPHORICUM C3: Huesos, Sistema nervioso simpático.
CALCIUM SULPHURICUM C3: Procesos supurativos, altamente drenante, acné y erupciones.
FERRUM PHOSPHORICUM C3: Primer estadio inflamatorio, dolor, gripes y resfriados.
KALIUM MURIATICUM C3: Segundo estadio inflamatorio, afecciones catarrales.
KALIUM PHOSPHORICUM C3: Mente, sistema nervioso parasimpático, agotamiento físico y mental, insomnio y decaimiento.
KALIUM SULPHURICUM C3: Tercer estadio de inflamación, dolor de cabeza, resfriados agudos, dolor de cabeza.
MAGNESIUM PHOSPHORICUM C3: Espasmos y dolor.
NATRIUM MURIATICUM C3: Metabolismo líquido.
NATRIUM PHOSPHORICUM C3: Metabolismo, drenante linfático, depurativo, metabolismo ácido-base, grasas.
NATRIUM SULPHURICUM C3: Excreción, eliminación y desintoxicación
SILICEA TERRA C6: Tejido conectivo, piel, supuración, fortalece tendones, cartílagos, huesos, cabello, piel, uñas.
¿Como puedo consumirlas?
Adultos/ Niños: Disolver una cucharadita dulcera en agua, jugo o leche media hora antes o después de los alimentos, cada 12 horas
En estados crónicos o como terapia de mantenimiento, 1 cucharadita dulcera, 2-3 veces al día.
